De Bianca Jagger a Jerry Hall pasando por Andy Warhol y Cher: todos ellos dieron todo en el club más mítico de todos los tiempos…
Studio 54 fue una discoteca legendaria ubicado en el #54 Oeste de Manhattan, en un local diseñado como teatro. Su esplendor se vivió desde su apertura el 28 de abril de 1977 hasta su clausura en marzo de 1986. El lugar fue gestionado por el excéntrico Steve Rubell, y Ian Schrager.
El lugar se caracterizó por ser para los círculos de las altas esferas sociales de Nueva York. A su noche de inauguración asistieron Andy Warhol, Calvin Klein, Diana Ross, Mick Jagger y su entonces esposa, Bianca, Salvador Dalí, Liza Minnelli, el infame Donald Trump, Debbie Harry, Brooke Shields y una larga lista de más personas. El primer evento fue tan exclusivo que no pudieron entrar estrellas como Warren Beatty, Cher, Woody Allen y Frank Sinatra, nada más imagínate como se ponía el cadenero.
Rubell era un hedonista que escogía a la gente «hermosa» desconocida al azar para que entraran a su disco y se mezclarán con celebridades, consideraba el camino del exceso como el palacio de la sabiduría, citando la máxima de William Blake. Por supuesto que tenía una zona «VIP» destinada a que los clientes disfrutarán su sexualidad a plenitud sin temor a ser encontrados por los flashes de las cámaras.
Por el lugar desfilaron celebridades del mundo de la moda, el cine, la televisión, la música, el diseño y la industria pornográfica. Era sabido que en los palcos sucedían encuentros sexuales y la venta de droga era «ilimitada». Según Rubell, sólo la mafia tenía un negocio más rentable que el suyo. Después de haber tenido algunos altercados legales en su haber, la fiesta de clausura en 1980 fue nombrada como «El Final de la Gomorra Moderna», se dice que Sylvester Stallone bebió la última copa. Después el lugar fue vendido y volvió a abrir pero jamás volvió a ser tan libertino, y volvió a cerrar en 1986 al vencerse el contrato del alquiler.
La Moda en Studio 54: Bianca & Mick Jagger, Jerry Hall, Brooke Shields, Debbie Harry, Andy Warhol y sesiones eternas de clubbing, hedonismo, glamour y felicidad en Nueva York
El blanco era el color fetiche de Bianca Jagger en sus años de Studio 54. Alternaba vestidos súper femeninos de diseño asimétrico y un poco dramático con looks con un toque masculino, de chaqueta y pantalón. La noche que se inauguró, la cola fue antológica. La imagen de todos los zapatos de charol de las mujeres que esperaban entrar debió ser mágica.
Cada noche en Studio 54 se libraba una competencia de moda, belleza y joyas entre las asistentes. Las gargantillas, pulseras y pendientes de Bianca Jagger, Jerry Hall, Grace Jones y todas las mujeres que bailaban en la pista soltaban destellos acompasados y rítmicos con la bola de espejos.
Diane Keaton también era fiel a las noches de Studio 54. A finales de los 70′, en el pico de la popularidad del club, y coincidiendo con el estreno de Annie Hall (Woody Allen, 1977), Diane iba vestida con un look absolutamente masculino. Era considerada una excéntrica, pero se convirtió en un icono de estilo instántaneo. Los chalecos tipo esmoquin eran una de las prendas fundamentales en el look de Diane Keaton y también de Bianca Jagger cuando apostaba por el estilo masculino, aunque de una manera siempre mucho más femenina y sexy que Keaton.
Jerry Hall alcanzó el estatus de top model rapidísimamente. Sus tarifas como modelo eran tan exuberantes como su estilo, marcado siempre por un aura de rock star, con su increíble melena rubia y la ropa que elegía.
Jerry Hall alcanzó el estatus de top model rapidísimamente. Sus tarifas como modelo eran tan exuberantes como su estilo, marcado siempre por un aura de rock star, con su increíble melena rubia y la ropa que elegía.
La camisa abrochada hasta el último botón era una de las constantes de los looks de Bianca Jagger y Diane Keaton. Las revistas y las crónicas de moda solían definir a Diane como «esa chica que viste como un hombre a la que jamás le verás un centímetro de piel». En la siguiente imagen, Bianca Jagger en uno de los momentos cumbres de su estilo masculino, con traje blanco y estola de piel sobre un hombro y sus cejas tan marcadas.
En 1994 el club abre nuevamente, volviendo un poco a sus orígenes en el teatro y siendo alquilado para fiestas cuando no hay obras teatrales. Paris Hilton festejó su cumpleaños 21 en la discoteca en el 2002, como su madre en 1978.
El legado de sus mejores quedó impreso en la formación y crecimiento de la música disco y la cultura del club nocturno en general, además de haber sido uno de los primeros lugares en borrar la distinción entre la vida nocturna homosexual y la heterosexual.
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