La Semana de la Moda de Saõ Paulo terminó el viernes 29 cumpliendo su edición numero 41. Por primera vez, no estuvo vinculada a las estaciones del año y realzó el trabajo manual y las últimas tendencias en trajes de baño y ropa masculina. De esta manera, no hubieron denominaciones de invierno y verano, simplemente se llamó ‘SPFW 41′ y tuvo lugar en el Pabellón de la Bienal de Ibirapuera, con 39 marcas.
La decisión de no tener más ediciones con colecciones específicas de temporadas a partir de este año se basó en la necesidad de ‘evolución’ del mundo de la moda brasileña. A partir de 2017, las ediciones se anticiparán para febrero -la que es actualmente en abril- y septiembre, la que es realizada en octubre, con el objetivo de presentar las colecciones en el momento en que salen las prendas a las tiendas de consumo.
Otro aspecto a destacar del evento de moda más importante de Brasil, es que su título fue «Manos que valen oro», centrándose en la capacidad humana de reinventarse, repensar, reinventar y volver a comenzar.
Destacamos la colección de Lino Villaventura, rica en telas de seda y texturas con acabados brillantes, predominando el trabajo en moulage (montaje de ropa en el cuerpo de la modelo), con polleras voluminosas y tejidos super lujosos. Todos los diseños fueron inspirados en la ciudad de Londres. La marca GIG presentó sus representativos trabajos de punto en polleras, chaquetas y vestidos, compartiendo en la pasarela chaquetas bomber masculinas y bermudas en detalles de hilo doradas y plateadas. Ellus presentó su colección inspirada en el surf, con trabajos en tejidos tecnológicos y piezas vintage, una gran alianza. Los accesorios en cuero y pitón también fueron predominantes.
Ellus. Foto: Marcelo Salvador para Vogue Brasil
Gig Couture. Foto: Ricardo Toscani para Vogue Brasil
Lino Villaventura. Foto: Charles Naseh para Vogue Brasil
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